La palabra diamante procede del griego antiguo y significa
'invencible' o 'inalterable'. En
efecto, se trata de una piedra
preciosa de enorme dureza y gran atractivo estético, una gema cuya
calidad es posible medir gracias a unas normas y nomenclaturas de
interpretación internacional.
Para saber la calidad de un diamante tendrás que fijarte en lo
que en los países de habla inglesa se conoce como las '4Cs': Colour
(color), Clarity (pureza), Carat (peso, quilates) y Cut (talla).
Color
Es la transparencia de un diamante la que determina en gran medida
su calidad. Cuanto más transparente, más preciado, y cuanto más
amarillento peor. Los diamantes más blancos son los más escasos y
dan además la sensación de ser más grandes.
Pureza
La pureza de los diamantes se mide en función de las marcas
internas que éstos tengan, o lo que es lo mismo: según el número,
tamaño y posición de las inclusiones. Un diamante que carece de
inclusiones, es de la más alta calidad.
Peso
El peso de un diamante se mide en quilates.
Lógicamente, cuanto más pese un diamante, más valor tendrá en el
mercado. El quilate es una unidad que tan sólo se utiliza en las
gemas y que equivale a 200mg o 0,20 gramos.
A más quilates, más precio. Pero como también intervienen otros
factores como el color, la pureza y la talla es posible que un
diamante pequeño valga más que otro de mayor tamaño, pues la
calidad del pequeño puede ser mejor que la del diamante más grande.
Talla
La talla viene determinada por la forma del diamante y la calidad
de sus proporciones y del acabado. La talla tiene una relación directa con el brillo de los
diamantes, algo fundamental, puesto que es el reflejo de la luz el
que los convierte en piezas únicas.
Las proporciones entre las diferentes partes del diamante juegan
un papel fundamental. Éstas han de ser las adecuadas, ya que de no
ser así la piedra brillará con menor intensidad o incluso verse
opaca.
Aunque, sin duda, la más conocida es la talla brillante. Es la
forma que a la mayoría se les viene a la cabeza cuando escuchan la
palabra diamante. Veamos con más calma la anatomía y las
proporciones ideales que un diamante de talla brillante debe tener:
Como podemos ver en la imagen, vienen indicados los porcentajes
ideales que debería tener un brillante. Estas proporciones, como es
lógico, no son iguales en todas las tallas.
Las tallas más habituales de los diamantes son las siguientes:
Certificado
Si tienes la intención de comprar un diamante, exige un
certificado, porque si no lo haces, nunca podrás saber con certeza
si está bien tallado o que valor tiene.
En los certificados HRD y Gemacyt, las proporciones vienen
indicadas en el apartado del mismo nombre según tres grados: VG (Muy
buena), G (Buena), UN (Inusual).
Si el certificado es de la GIA no podremos saber directamente si
las proporciones son buenas o no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario